Encuentro con Guillermo García Calvo

Uno de los grandes lujos de trabajar en el Teatro de la Zarzuela es tener la posibilidad de conocer de primera mano a algunas de las personalidades de la música más destacadas del panorama nacional. Y no es que en mi posición de Coordinador de Actividades Pedagógicas tenga acceso directo a ellas sino que, en su afán de acercar la música, en general, y el mundo de la lírica, en particular, a más y más personas, desde el Teatro, y coincidiendo con las distintas producciones, se organizan una serie de encuentros abiertos y gratuitos en los que esas figuras hablan de sus trabajos, de sus vivencias y, en general, de todo aquello que interese al público congregado (#encuentros_TZ).

Esta mañana ha sido el primero de esos encuentros. Durante más de una hora, y en el Auditorio Cubiles del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, he tenido la suerte de escuchar al Maestro Guillermo García Calvo, un joven director que en sus apenas 40 años ha alcanzado metas difíciles de soñar para muchos y que durante estos días está dirigiendo las 14 funciones de Katiuska del Teatro de la Zarzuela (#Katiuska_TZ).

Cercano, humilde, familiar, afable y asertivo, García Calvo respondió a todas las preguntas planteadas desde la mesa y desde el público desvelando, sin quererlo, los secretos que le han llevado a ser Generalmusikdirektor de la Ópera de Chemnitz y de su orquesta, la Robert-Schumann-Philarmonie y a haber dirigido más de 200 funciones de ópera y ballet en la Ópera Estatal de Viena: el trabajo y la empatía.

He creado este momento de Twitter para resumir algunas de sus intervenciones:

Guillermo García Calvo (#encuentros_TZ)